Discapacidad visual

¿En qué consiste el déficit visual?

Los alumnos y alumnas que presentan déficit visual son aquellos que presentan un incorrecto funcionamiento de la visión. Los alumnos con déficit visual son, por un lado, los que no presentan resto visual, por lo que este no es funcional y, por otro lado, los que con su resto visual pueden realizar tareas con ls utilización de los recursos adecuados que potencien su funcionamiento visual.




Según acabamos de comentar, podemos clasificar a los alumnos en dos grupos, de acuerdo al grado de limitación de la visión: alumnado sin resto visual y alumnado con baja visión. 

  • Alumnado sin resto visual: es el caso más grave de deficiencia visual. Se identifica a estas personas como ciegas o totalmente ciegas, cuando se encuentran privadas totalmente de la visión, de modo que no son capaces de tener una sensación visual ni con fuentes luminosas de gran intensidad. 
Según la OMS, una persona ciega es aquella cuya agudeza visual no supera 1/10 de la escala de Wecker. (Un objeto que se ve a 10 metros de distancia, una persona con déficit visual solo puede observarlo a 1 metro de distancia).




  • Alumnado con baja visión: presentan dificultades significativas para realizar tareas escolares sin ayudas. Son personas que teniendo disminución visual significativa, tienen suficiente visión como para ver la luz, orientándose por ella y emplearla con propósitos funcionales. Los alumnos con baja visión pueden realizar tareas escolares de aprendizaje y leer en tinta. 

A su vez, dentro del grupo de personas con baja visión hay diversas manifestaciones, las cuales se rigen de acuerdo al tipo de limitación, ya sea por agudeza o por campo visual. Esta clasificación no es exhaustiva, pero sirve a grandes rasgos para trazar una distinción entre los tipos de discapacidad visual más frecuentes.
  • Por agudeza visual: disminución de la capacidad para identificar visualmente detalles.
  • El campo visual: pérdida de visión central o pérdida de visión periférica.
Pero, ¿cuáles son las causas que provocan este déficit?
Las causas que pueden ocasionar una limitación visual total o parcial son diversas, pero, principalmente, se dividen de la siguiente manera:
  •  Causas previas al nacimiento (prenatales): se trata de una limitación visual hereditaria o congénita.
  •  Causas durante el nacimiento (perinatales): se trata de una limitación adquirida al momento de nacer.
  •  Causas posteriores al nacimiento (postnatales): se trata de una limitación adquirida a lo largo de la vida, y que puede darse por traumatismo, enfermedad o vejez.
En este marco, es importante diferenciar entre una persona que nace con una limitación visual total o parcial, y una persona que adquiere la limitación en algún momento de su vida. Esta divergencia implica, entre otras cosas, que las personas que nacieron ciegas no tuvieron acceso a la información visual y por lo tanto no tendrán noción, por ejemplo, de las posturas corporales culturalmente establecidas, o de los colores; mientras que las personas que han adquirido la limitación a lo largo de su vida sí tendrán esas nociones.
CASO CONCRETO
Supongamos que tenemos en el aula un alumno con déficit visual, concretamente, diagnosticado de baja visión. 

El alumno habrá sido diagnosticado siguiendo el proceso que podemos encontrar en la página de resolución de casos prácticos. 




Más concretamente, aquí os ofrecemos una guía más detallada sobre la evaluación psicopedagógica del alumnado con necesidades educativas especiales derivadas de la Discapacidad visual.
Acceso a la guía





Una vez realizadas todas las pruebas, se realiza el informe psicopedagógico, regulado por la Orden de 15 de mayo de 2006, de la Conselleria de Cultura, Educación y Deporte, con toda la información y, a partir de este, se dan pautas de actuación a nivel curricular, apoyo si lo necesitara y se asesora a las familias. Cabe destacar que si el alumno necesitara refuerzo u otras medidas, los padres, una vez informados, tendrían que autorizarlo.
Así pues, se establecerán unas pautas metodológicas para atender las necesidades de este alumno, aunque para ello, antes habrá que conocer cuáles son sus necesidades.

Como el alumno presenta baja visión, sus necesidades serán las siguientes:
  •  Necesidad de complementar la información recibida visualmente con otros sentidos: Cuando el resto visual no les permite acceder a toda la información, puede ser necesario complementarla a través de información verbal o táctil.
  • Necesidad de mejorar la funcionalidad del resto visual mediante estimulación y entrenamiento visual: Habitualmente estos alumnos y alumnas necesitan “aprender a ver”, es decir, aprender a utilizar su resto visual de la manera más eficaz posible.
  •  Necesidad de conocer y asumir su situación visual: Esta necesidad se acentúa en los alumnos y alumnas con déficit visual. La presencia del resto visual hace que no se identifiquen como personas con déficits, lo que, en muchos casos, conlleva el rechazo de las ayudas y programas educativos que compensarían las necesidades educativas que presentan.
Las estrategias de actuación que se llevarán a cabo serán las siguientes:

  • Adaptaciones de acceso: en primer lugar, hay que tener en cuenta las condiciones físicas del aula, pues esta debe estar distribuida de forma que facilite el acceso del alumno ciego a su pupitre y a los diferentes recursos que deba utilizar. Además, debe estar siempre ordenada para que este alumno no tenga obstáculos en su desplazamiento y los materiales deben estar siempre en el mismo lugar para que pueda encontrarlos con facilidad. La situación del pupitre de este alumno será próxima al docente para que pueda escucharlo con facilidad. 

  • Adaptaciones a nivel metodológico, es decir, en el cómo enseñar: cuando expliquemos algún aspecto, estas explicaciones deben ser descriptivas y siempre que se pueda este alumno manipulará los distintos objetos y materiales. Además, se creará un clima favorable en el aula para que los compañeros del alumno colaboren con normalidad para paliar las dificultades que se le puedan presentar, fomentando así la empatía por parte de estos. Así pues, el docente intentará evitar el verbalismo, expresiones indefinidas, concretando todo lo que se diga… y creará un sistema de normas en el que no se permita hablar sin permiso, para que las intervenciones se realicen de forma ordenada para facilitar la comprensión de la información por parte del alumno.

Y por último, terminamos con un vídeo sobre un niño ciego que nos ha parecido muy emotivo:

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